
Este aparato, cuyo tamaño era un poco más chico que el de un ladrillo, nació en julio de 1979 en Japón y marcó un cambio radical a la hora de poder llevar la música a todas partes; algo que hasta ese entonces era imposible porque los equipos de audio de alta fidelidad no eran portátiles.
Según los registros de la compañía, a lo largo de los 30 años que estuvo en vigencia se vendieron más de 200 millones de reproductores. De todas formas, los nostálgicos deben saber que Sony licenció este formato a algunas fábricas chinas, por lo que es muy posible que aún puedan seguir consiguiéndose algunos modelos de reproductores de cassettes de música, aunque sea para despuntar el vicio.
2 comentarios:
jaja yo tenía uno igual!
JAJA, cuantos recuerdos me trae el walkman. Me acuerdo de llevarlo al colegio y me lo ponía a escuchar en las materias que me aburrían. Un día me casó una profesora y no me lo devolvieron hasta el final de clases.
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