"Quiero hablar en las Naciones Unidas mañana e informarles de que renuncio a mi ciudadanía estadounidense. Estoy cansado de que mis acciones se interpreten como instrumentos de la política de los Estados Unidos". Así habla Superman en el último número, el 900, de la franquicia de DC Comics titulado El incidente. La andanada de Clark Kent ante el consejero de seguridad de la Casa Blanca llega a raíz de su participación en una manifestación pacífica en Teherán contra el régimen de Mahmud Ahmadineyad. Una presencia que el Gobierno iraní entiende como un acto de guerra de los Estados Unidos y que podría tener consecuencias terribles. "Permanecí 24 horas en la Plaza de Azadi. No me moví ni hablé. Sólo me quedé ahí", se defiende El Hombre de Acero ante el dirigente estadounidense. Harto de que se le considere un instrumento de la política de la Casa Blanca el superhéroe estalla: "La verdad, la justicia y los valores estadounidenses, ya no son suficiente. El mundo es demasiado pequeño, está muy conectado". La renuncia a su país de es la última vuelta de tuerca que la editorial le ha querido dar al personaje. Desde que en 1938 fuera creado por Jerry Siegel y Joe Schuster el superhéroe vivó en universos paralelos, perdió sus poderes, se casó con Luisa Lane, tuvo un hijo e incluso murió una vez en manos del villano Doomsday.
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