
La directora de asistencia de la reserva, Debbie Cobb, dijo al diario The Tampa Tribune que Chita era extrovertido, le gustaba pintar con los dedos y ver reir a la gente. Asimismo aseguró que el chimpancé parecía entender los sentimientos humanos.
Chita participó, entre otras, en las películas “Tarzán the Ape Man” (Tarzán de los Monos) en 1932 y “Tarzán and his Mate” (Tarzán y su compañera) en 1934, filmes clásicos que relatan las aventuras de un hombre criado en la selva, protagonizados por Johnny Weissmuller y Maureen O’Sullivan.
El chimpancé, que llegó a la reserva en 1960, solía mirar football y se calmaba escuchando música cristiana. Sin duda, Hollywood perdió a uno de sus más grandes íconos. ¡Hasta siempre Chita!
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