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Racing no atravesaba su mejor momento institucional: Blanquiceleste S.A se había hecho cargo de las riendas del club, luego de la quiebra encabezada por Daniel Lalín. Sumido en esa crisis, el aspecto futbolístico había pasado a un segundo plano. Pero había llegado Reinaldo Carlos Merlo, "Mostaza", para cambiar la historia y fue la pieza fundamental para la transformación que tuvo el equipo. El técnico logró revolucionar la mentalidad del grupo y así comenzó a encaminar a la “Academia” hacia un nuevo título a nivel local.
Creador de la histórica frase “Paso a paso”, Merlo nunca quiso adelantarse a los hechos y así su conjunto llegaba a la última jornada con posibilidades de ser campeón si no perdía ante Vélez. Frente a ese panorama, los de Avellaneda visitaron Liniers con dos estadios repletos aguardando su consagración (el José Amalfitani y el Presidente Perón).
Su más inmediato perseguidor, River, debía vencer a Rosario Central y esperar una caída del líder para así alcanzarlo en lo más alto de la tabla. El “Millonario” hizo sus deberes y goleó por 6 a 1 al “Canalla”, pero la fortuna no jugó de su lado, ya que Racing igualó en un tanto con el “Fortín” y lograba desatar la locura de miles de hinchas. Gabriel Loeschbor y Mariano Chirumbolo fueron los autores de los goles.
Así, con un total de 42 unidades, una más que los de Núñez, producto de doce victorias, seis empates y una derrota, la “Academia” se consagraba campeón después de 35 años.
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